7 de julio de 2010

Pecados sin nombre.

    Apasionados haciendo el amor, todo parecía perfecto, hasta que ocurrió eso que no debía ocurrir, esa sensación invadiéndome, lanzas brutales destrozando mi corazón. Un tanto de distracción me ayudo a traducir tu mirada, la ambigüedad en tu sonrisa, tu fogosidad apagada. Recordaste el momento y me miraste afligido, hoy te siento distante, hoy no estás conmigo, recuerdos, solo recuerdos inquietos en mi mente, van a quedar por siempre.
    Imágenes de una locura vulgar, juntos, seduciéndonos, aniquilándonos. 
Inhumanos en nuestro ritual, saciándose de amor y deseo, en cada beso, en cada gemido, entregándose la vida, entregándome la vida.
    Un nuevo día te hace mirarme a los ojos, obligándote a hacer promesas perdidas, nombras al arrepentimiento, la confusión, esos sentimientos inmemoriales, me pides perdón para comenzarlo de nuevo, pero ésta vez, arrojando rencor.
    Olvídate, vas a pagar por dejarme sola, aunque todavía tengo el Sol para besar tu sombra. Dominado por tus impulsos te vas a sentir perdido, te vas a sentir distinto, vas a disfrutar de tus excesos que ya no tienen sabor a pecado, siempre vas a ser perdonado, siendo capaz de tratar con Dios y con el Diablo, una aleación perfecta entre odio y amor.
    Preso del cariño con el alma perdida quizás vuelvas a confundir amor con compañía, y volverás a caer en la tentación. Un cuerpo de mujer, una botella de alcohol, otro cuerpo de mujer, y ya no habrá nada más para fumar.

Solo marcas tendrás en tu cuello de las heridas infligidas por los fantasmas de la ansiedad. Vas a volver solo, cansado, abandonado, te sentirás cruel y culpable, maldito corazón denunciante, traicionó y mostró al desnudo su penuria.

No hay comentarios: