Imposible no pensar en vos, si sos todo lo que tengo, no te alejas de mis pensamientos aunque estés físicamente ausente, extraño tu malicia, tu sereno y riguroso andar que complementan mis vicios, mis caprichos, todos mis excesos, extraño demasiado tus besos, extraño, hoy, tu cuerpo.
Sin importar si yo me apuro en recordarte que te quiero; extraño tus llamados, tus advertencias, tu manera de enseñarme más y más, tu caricias, tu devoción, tus críticas, y tu empeño hasta en saber como duermo sin escatimar amor para saciar nuestros deseos.
Extraño tu compañía, y una vez más me pregunto como hacer para no extrañarte, si de mi extraño sentirme la más bonita, sensual y deseable, amorosa y confiable.
Siento celos de quien comparte tu risa, tu entrega desmedida, es como si me robaran una parte de mi vida, un vacío en mi casa ha quedado, un hueco en mi corazón herido y cuando te sueño me desespero, volteo y veo mi cama vacía, nadie ocupa tu lugar.
Me preguntabas si te extrañaba, sin cesar lo repetías, hoy te extrañan, mis labios y mi corazón. En cada lugar y en cada hora, siempre estabas presente, la separación ha sido abrupta y precipitada, que prueban mi condición de poder amar a distancia, siempre en la observancia de mis amigos y enemigos que compartirán conmigo la espera de tu regreso.
Y pensar que empezamos jugando al amor, no era real, lo sabíamos los dos, empezamos escribiendo la historia, hasta que ese día sin querer y con varios testigos nos besamos con pasión, y el tiempo ha pasado y se tuvo que derrumbar, como todo juego tuvo que terminar. Tal vez no te he dado ni una mínima de lo que realmente merecías pero intenté darte todo de mi, darte todo mi amor, y acá estoy, en mi lugar, donde sigo siendo tu mujer, y todo lo que quiero es un mundo solo para dos donde todavía existan las sonrisas que un día jugando al amor nos envolvió esa violenta pasión.